No siempre nuestras ciudades han estado tan
sobrepobladas como en la actualidad, por esto el fenómeno de la migración campo
ciudad que comenzó en nuestro país a fines del siglo XIX y se vió acelerado a
mediados del siglo XX trajo consigo una serie de rápidos cambios que modificaron
el entorno, hábitos, oficios y problemáticas de nuestra sociedad.
La
evolución porcentual de la población rural versus la urbana se puede apreciar
en el gráfico mostrado más abajo, en este se ve que en 1930 el país pasa a tener
mayor cantidad de habitantes viviendo en centros urbanos que en el campo. Hoy en día solo un
13% de la población vive en el campo y el 40% habita en la capital.
La causa de este cambio no obedece solo a una
decisión política, sino más bien a una necesidad económica de los dominadores del mundo que generaron una modificación en el modo de producción de
las mercancías, el capitalismo comenzaba a avanzar por él mundo. Se comenzaron a
procesar los recursos naturales no solo de forma manual por artesanos, sino que
con maquinarias que lograban hacer el mismo trabajo que un grupo de
agricultores en muchísimo menos tiempo lo que generó una desocupación creciente
en el campo y la necesidad de mano de obra en las ciudades para manufacturar las nuevas
mercancías industriales.
En Chile comienza la migración a campamentos
mineros de salitre y cobre principalmente, también a los puertos exportadores.
Luego a comenzó la migración hacia las ciudades como Santiago,
Valparaíso y Concepción ya que producto del aumento de las inversiones en el país
y acompañado con la creación de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO),
en 1939 por el gobierno de Pedro Aguirre Cerda (Frente Popular) se inicia un
ciclo de Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) que llevaría
a necesitar mayor cantidad de trabajadores en las ciudades.
A las ciudades, campamentos mineros y puertos
llegaban las oleadas de nuevos obreros en busca de trabajo, comenzaba así una
crisis o colapso urbanístico, los centros urbanos experimentan un rápido aumento de su
población, trayendo una serie de problemas como el déficit habitacional, el
hacinamiento, formación de callampas o guetos en la periferia, problemas de
salubridad (generando graves enfermedades y epidemias como el tifus, la
peste bubónica, el cólera, la viruela, la fiebre tifoidea y la tuberculosis
pulmonar, entre otras), aumento del alcoholismo, los quiebres de la familia, la prostitución,
delincuencia e incluso inflación la cual hacía que los bajos salarios de los
trabajadores no alcanzarán para cubrir las necesidades básicas de sus familias.
Nace la llamada “cuestión social” por nuestros historiadores.
Una de las "soluciones" habitacionales más comunes en
ciudades como Santiago, Valparaíso y Concepción fueron los famosos conventillos,
casas de varias habitaciones, cada una para un grupo familiar, con comedores y
servicios higiénicos comunes y de mala calidad. En 1912 existían oficialmente 2.022
conventillos donde habitaban 84.175 individuos. Otras soluciones fueron los
ranchos y los cuartos redondos, estos últimos piezas que no contaban con luz ni
ventilación.
Este problema no pudo ni ha logrado ser
abordado de buena forma por los políticos, ya sea porque el drama fue muy
grande o porque estaban más ocupados en resolver los problemas a los
empresarios, así cuando a principios de siglo XX los trabajadores se
organizaron para reclamar sus problemas, los gobiernos usaron al ejército para
acallarlos apagando las huelgas con muertes y heridos, demostrando que no
estaban muy preocupados por sus condiciones de vida y si por la mano de obra
barata que habían obtenido con la desocupación en el mundo rural.
Las condiciones del proletariado o los
trabajadores como se les llama hoy en día, llevaron a generar las primeras
protestas, en 1903 los estibadores de Valparaíso realizan una huelga que
termina con un saldo de 35 muertos por el Ejército de Chile. Dos años más tarde
en Santiago se generan grandes huelgas y manifestaciones por el alza al precio
de la carne que lamentablemente también termina con la muerte de 60 individuos.
Algo más recordada es la matanza de la Escuela Santa María de Iquique el año
1907, donde se alojaron los trabajadores de las oficinas salitreras cercanas en
manos de empresarios ingleses, además de sus esposas e hijos, los que fueron brutalmente
atacados por “nuestro” Ejercito, mandatado por el Presidente de aquel entonces,
Pedro Montt, siendo muertas más de 2.200 personas.
Con el pasar de los
años los problemas de nuestras grandes ciudades enumerados más arriba no han
sido solucionados del todo y en algunos casos se han agravado. La desigualdad y
la pobreza de los sectores populares, sumados a nuevos problemas como el
transporte y las drogas nos obligan a tomar las banderas de lucha y de una vez
por todas construir una sociedad más justa e igualitaria, donde los derechos de
la familia Luksic sean tan importantes como los de los González, los Soto o los
Pérez. No podemos seguir viviendo separados y segregados entre cuicos y
flaites; ricos y pobres, mientras a estos últimos solo se les considera como mano de obra barata
que hace enriquecerse a los grandes conglomerados que realmente gobiernan el país.
(Porque no me van a decir que los presidentes no son un simple títere de los
poderosos).
A luchar por un país
mejor y a liberarnos de la dictadura impuesta por el capital transnacional.
Dejo estos tres links bibliográficos e interesantes:
Además dejo el video "Migración Campo - Ciudad y los movimientos de las clases sociales en Santiago" de Katherine Díaz, María Paz Muñoz, Consuelo Mardones e Ivette Vergara:
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