Un padre de familia viendo la
televisión como todos los sábados, le dice a su hija que deben ser solidarios e
ir al banco a entregar una ayuda en dinero a los niños minusválidos de Chile ya
que se celebraba la Teletón. La niña esperando en la fila del banco junto a sus
hermanos, le pregunta a su papá qué es ser solidario, este le responde que es
cuando una persona se preocupa por los demás, sus causas y/o sus problemas.
Padre e hija, hacen entrega del
dinero acordado por la familia para ayudar a la Teletón y se van para su casa
muy contentos de ser solidarios con tantas familias de nuestro país con algún
integrante minusválido. La niña pregunta si en Chile solo los minusválidos necesitan
de nuestra solidaridad, a lo que el padre responde negativamente indicando por
ejemplo que para el terremoto de Valparaíso donaron muchos alimentos no
perecibles y que además a él le descuentan $5.000 pesos de su sueldo para dárselo
a los niños huérfanos del país.
Ya en casa la niña pregunta a su
padre como se les dice a las personas que no son solidarias y este le responde
que esas son personas egoístas, que solo piensan en ellas, sin pensar en el
dolor, las causas o problemas del otro. La niña quedo reflexionando de la
suerte que ella tenía de estar en una familia solidaria y en un país tan
solidario como Chile.
Al pasar el tiempo, un fin de
semana en que la niña jugaba con sus hermanos y padres en el hermoso patio de
su casa, la niña le dice a su padre si podían ir a donar dinero para alguna
institución benéfica del país, pero este le dice que los bancos están cerrados
durante el fin de semana y además están jugando muy entretenidos mientras el ve
una película con su mamá. La niña le pregunta a su padre cuando está abierto el
banco ya que ella quiere ser una mujer solidaria y no egoísta. Es aquí cuando
el padre le explica que donar dinero no es la única manera de ser solidario,
sino que también se puede ser solidario compartiendo con los familiares, personas
que estén solos o gente que esté viviendo problemas de salud. La niña consulta
si pueden ir, mientras el banco está cerrado, a compartir con niños
minusválidos u otros que necesiten de su solidaridad. El padre responde que
está cansado para salir este fin de semana, pero que tal vez más adelante podrían
hacerse voluntarios de alguna ONG como el Hogar de Cristo para compartir con
mendigos o pobres sin casa que necesiten solidaridad. La niña se queda pensando
y luego vuelve a jugar con sus hermanos para así, ser solidaria con ellos.
Al pasar la semana, la niña le
dice que cuando pueden ir a depositar plata al banco ya que en la semana trato
de ser solidaria con sus amigas y amigos de su escuela, pero siente que le
falta la parte de dar plata. El padre le dice que están llegando a fin de mes y
él debe preocuparse primero de su familia que de otros, a lo que la hija
enojada se va a su pieza gritándole que era un EGOISTA!!!
Que falta de respeto, pensó el
papá y fue a hablar con su hija que estaba llorando en su cama y le pregunta
porque está tan triste, le ofrece ir a donar algunos pesos al banco o ir a las
caletas del rio Mapocho a entregar desayunos, la niña lo mira y le dice
seriamente que eso no apagaría su pena, ya que después de conocer la palabra
solidaridad y ver como todo Chile lo era, incluso nuestra familia, se ha dado
cuenta que la verdad es que su papá es un egoísta y que casi todos lo somos, ya
que no se explica cómo tanta gente necesita solidaridad, pero solo ese espíritu
se vive una vez al año, para luego dejarlo guardado en el cajón del olvido.
Ahora fue su padre el que quedo
pensando y descubrió que la opinión de su hija y de los niños en general se debería
tomar en cuenta, en una sociedad que no los escucha y tampoco solidariza con
ellos.
Hernán Ocáriz Díaz
Noviembre 2014
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