jueves, 16 de octubre de 2014

Estrategias de guerra y posible genocidio en Wallmapu.



Nuestros dominadores tienen muchas estrategias de guerra que aplican para avasallar la mayor cantidad de territorios, pueblos y personas en el mundo. En el afán de encontrar buenas contra-estrategias de lucha para el poder popular, hoy maniatado por el “Sistema capitalista en su fase neoliberal”, indagaré en una forma de guerra usada por nuestros amigos del norte.

Una estrategia fue, al llegar a nuestro continente en el siglo XV, utilizar la cruz para imponer el cristianismo como una nueva religión a los pueblos aborígenes, pero de la mano del discurso ejemplar de la vida de Jesús, venia la espada que aniquiló a unos 70 millones de indígenas, quedando solo unos 4.000 según estimaciones del antropólogo brasileño Darcy Ribeiro.

Volviendo a nuestros tiempos violentos, personalmente conozco la realidad de comunidades pehuenches del Alto Bio Bio, y allí está la presencia de iglesias protestantes, evangélicos o cristianos que al introducirse en una familia Mapuche, se les prohíbe o se les aleja de los ritos y tradiciones de su religión.

Nuevamente la estrategia de la cruz y la espada, aunque espada es poco decir frente al contingente de FF.EE. de carabineros que junto a sus tanques y demás piezas de artillería mantienen militarizada la Araucanía y están a punto de desatar un genocidio más, en la larga lista que ostentan nuestras patrióticas fuerzas armadas y de “orden”. Solo un dato, en 7 meses de Gobierno a nuestra querida Gordi solo le falta visitar la IX Región.

La ciencia dejó atrás a la fe y sus templos, pero hoy en día nuestra sociedad está secuestrada por templos de la entretención como la televisión de mal contenido e ideologizante, manteniendo al pueblo alienado y del lado de los dominadores. Por ello sería interesante comenzar a mellar el poder del capital con nuestros medios independientes y redes sociales, evitando la cruz que trae hoy la Sra. Bachelet y así, estratégicamente, evitar un nuevo enfrentamiento genocida que puede venir si avanzar el poder popular.


Por todo ello debemos despertar las conciencias de muchos para que entre todos forcemos transformaciones y nos opongamos a los falsos-sueños que nos ofrecen los políticos profesionales y los empresarios monopolistas.


¡Marichiweu!
Hernán Ocáriz Díaz