Cada vez que miro la naturaleza,
me sorprendo por la enorme variedad de especies que existen y conviven en perfecto equilibrio, hasta que
llega la mano blanca occidental a llenar la tierra de algún monocultivo utilizando
químicos para lograr un producto que aumenta sus ganancias, nada más tiene
importancia.
Aquí es donde me quiero detener,
¿Vamos a permitir que este hombre blanco ”civilizado” siga destruyendo especies
animales y vegetales?, peor aún, ¿Vamos a permitir que la expansión territorial
del capital continúe eliminando etnias y lenguas para lograr aumentar el PIB
mundial?
Tal vez se logre el sueño de
algunos y la pesadilla de muchos, pero cuando los únicos que habiten esta
tierra sean los blancos del norte, seguro ahí se darán cuenta, de que el busque
no suena tan bello cuando solo cantan los pájaros que mejor lo hacen, sino que en
la diversidad esta la magia de nuestra naturaleza y también de nuestra humanidad compañer@s.
Hernán Ocáriz Díaz